Historia #2

Hoy tuve una sorpresa. Mi amigo homeless me aceptó por fin a Facebook. Creo que ya se los dije pero me encanta salir con extraños. Lo conocí un día que andaba con ganas de invitarle un café a alguien pero que debido a que yo andaba con hambre se terminó en una invitación a comer pizza. Le pregunté si quería ir por una pizza conmigo y me miró con cara de incredulidad. Así que me preguntó:

– Ya pero… ¿Tu pagai?

– Obvio que sí poh. -Le respondí.

Y nos fuimos al Bella Italia, uno de mis lugares favoritos para comer pizza que queda cerca del metro Baquedano.

*Así como dato, la gracia de ese local es que la masa la hacen ellos mismos y que tienen ingredientes no tan típicos como jamón serrano y alcachofas, además puedes pagar con Junaeb o Ticket Restaurant lo que me hace MEGA FELIZ y a mi bolsillo también*

Me dijo gracias como diez veces, tanto que me aburrí de escuchar eso y le dije que parara -suelo ser un poco pesada de vez en cuando-. Y es que yo quería escuchar historias. Esto se trataba de Win-Win. Así que me dediqué a preguntarle sobre su vida. ¿Cómo te llamas? ¿Cuantos años tienes? ¿Cómo terminaste viviendo en la calle? ¿Qué haces durante el día?

No voy a decir su nombre porque en este momento ya no está en línea y no le he pedido su permiso. Tenía veinte y tantos años y llevaba viviendo en la calle desde los doce. Huyó de su casa, por el ambiente, provenía de una población de la Serena.

– ¡¿Desde los doce?! Wow. ¿Cómo sobreviviste?

Lo aprendió. Me contó que en la calle uno es más libre. Igual también es más peligroso pero ni tanto. Durante el día estaba junto a sus otras yuntas homeless y durante la noche se separaba de ellos para ir a dormir afuera de la Universidad Andrés Bello donde tenía su colchón y sus tapas. Él prefería hacerlo así puesto que igual ya sabía como son los otros y es mejor andar sólo para que no se vayan a «perder» -robar, cof cof- sus cosas. También de vez en cuando, cuando tenía hambre o algo se ponía a machetear. Sí, MACHETEAR. Y no es pegarle a alguien con un machete como yo creía, es pedir dinero a las personas que van pasando. Así después podría ir a la Fuente Alemana a comerse un sandwich o algo de beber.

Le pregunté si no se cansaba de andar en la calle y machetear.

No. Hubo un tiempo que intentó dejarlo y estudio cocina un año, pero volvió a la calle. Me convenció de que en la calle se es más libre igual, además a él le gusta viajar y gracias a eso ha podido conocer desde el norte al sur de Chile y no tenía que preocuparse por deudas o nada-honestamente hasta sonaba tentador pasar unos días en la calle cuando él lo planteaba así-.

Si se preguntan si no lo dejaría de nuevo. Creo que no lo haría. Se veía muy feliz y conforme con su vida. Estaba tranquilo y agradecido de lo que tenía.

Mientras nos ibamos acabando nuestras últimas rebanadas de pizza, le estaba mostrando unas fotos y me dice:

– Oye gracias de nuevo. Enserio. ¡Oye, agrégame a Facebook!

¡JAMÁS se me hubiera ocurrido que los homeless tienen Facebook! Y eso me recuerda un comentario de un conocido que al contarle me dijo que tampoco sabía eso pero que era muy probable que fuera así porque incluso existían estudios sobre el consumo de la gente sin casa. Me decía que por ejemplo muchos de los que están sin casa es debido a que tienen obsesiones y se endeudan comprando una infinidad de carteras, corbatas o comida. Y que algunos bancos les permiten endeudarse hasta que ya no les queda nada o su familia los deje. Eso igual da para pensar un rato pero, volviendo a la rama principal, me di cuenta de que la gente que creemos que no consume también consume y de que el acceso que tienen las personas al Internet o la tecnología es demasiado amplio.

Le envié la solicitud, sin qué el la aceptara ese día pues no tenía un Smartphone ni nada similar. Y así es cómo hoy me acordé nuevamente de él pues al fin aprobó mi solicitud de amistad.

3 comentarios en “Historia #2

  1. Que entretes tus historias…
    Yo amo ese local de pizzas, pero sabes, hace unos 3 años tenía otro nombre, la masa de las pizzas deliciosaaa… Y cuando pasó a ser Bella Italia, algo cambió en la masa. Siguen siendo ricas, pero antes uffff cuando las probé por primera vez me empezaron a gustar las pizzas, antes no me gustaban XD

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  2. Que buena la historiaaaaaa :)!!! Me kgué de la risa, escribes Bkn :)!!! Justo hoy día pensaba en hacer anuncios para Facebook para homeless y me pregunté si tendrían Facebook :B Jajajaja También me encanta abordar desconocidos 🙂 a veces eso si me ponen las tremendas caras de p.- Cof Cof… Me atoré 🙂

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